Badajoz celebra el curso de formación para coordinadores

Con la asistencia de 40 Voluntarios y dos Asociaciones invitadas dio comienzo en el Hotel EL ACUEDUCTO de ACEDERA (Ba) el Curso de Formación Básica/Curso de Coordinación, dando la bienvenida el Presidente Provincial D. Juan Sánchez Carrasco a todos los asistentes y como no al Director del Curso D. Javier A. Souto, diciendo a todos los asistentes que sepan sacarle el máximo provecho a este Curso, tanto a los que sois ya Voluntarios los que lo vais a ser dentro de unos días y a las asociaciones invitadas para que podamos contar con nuevos grupos de Voluntarios en vuestras asociaciones.
Vosotros los Voluntario sois los que sabéis dar sentido a la vida.
Destacó que le gustaría poder contar el próximo año con otro curso como este, ya que según el porcentaje alcanzado en crecimiento de Voluntarios que ha sido de un 50% en un año el próximo año tenemos que dar otro curso con 100 Voluntarios nuevos, y esto fijo que entre todos lo conseguimos.
El desarrollo del curso no se le puede calificar nada mas que de lo mas positivo, con una puntuación máxima de un 10 tanto por el interés creado, por la atención prestada, por las valoraciones obtenidas, por la satisfacción creada a los asistentes, por la armonía y sobre todo por la gran persona que impartió el curso, siendo felicitado por todos los asistentes.
A la finalización del mismo el Presidente Provincial, dio las gracias a todos los asistentes, esperando encontrarse de nuevo con ellos en sus respectivas Asociaciones, con estas palabras……
VOLUNTARIOS
Los que saben dar sentido a la vida: Voluntarios: “Anónimos Artistas”
Ser Voluntario es ser un ser humano, humano.
Ser Voluntario es entrar en la calle, en la casa, en el hospital, en la Cárcel, en el pueblo y en la aldea donde haya un ser que sufre.
Ser Voluntario es entrar en el corazón, en el corazón del que lo pasa mal.
Cuando el Voluntario visita a alguien que está solo, le cura la soledad; cuando le habla, le ayuda, le escucha y le siente: el solitario mejora la soledad, que es (junto a otras) la enfermedad de los Mayores.
Se sabe que el Voluntario va a trabajar gratis, no va a ganar nada.
Yo quiero negar esto: el Voluntario va a ganar muchísimo, va a ganar el placer de ser útil, la risa de un anciano, la sonrisa de un enfermo, el abrazo de un niño sin padres, la amistad de un paralítico o el cariño de un preso.
El Voluntario sabe que el camino- de su vocación elegida- es ir donde vive el dolor. El dolor físico o psíquico le espera y tiene que ir lleno de ilusión, alegría, compresión y amor de poderlo dar; ilusión, comprensión, y alegría y amor-tesoros espirituales que si no se poseen no se pueden dar-.
El joven Voluntario deja voluntariamente de ir a la discoteca, a la “barra”, para ir desde la silla a la cama con un minusválido en sus brazos. ¡Que bellas escena!
Al Mal tiempo sólo le destruye el bien.
Al dolor, le puede destruir el amor –no solo la farmacia-.
Hacerse Voluntario también es salvarse del aburrimiento que acecha, salvarse de lo vulgar, de lo material, y os hace sentir que sois útiles, que sois solidarios, que sois amorosos, que sois importantes, que sois una aspirina inmensa, que quien os “cate”, se cura.
Y os pido que a vuestros amigos y amigas les contagiéis de este virus de bondad que tenéis, para que también sean nuevos Voluntarios.
Mas que un premio gordo de la lotería.
Mas que un premio Nobel de lo que sea,
recibe el Voluntario cada noche al acostarse,
recibe el Voluntario que durante
unas horas al día ha alegrado a un triste,
ha hecho sonreír a un enfermo,
ha paseado en su silla a uno que no puede pasear.
El premio del Voluntario es que pasa a ser un artista.
El Voluntario
no ha pintado un cuadro,
no ha hecho una escultura,
no ha inventado una música,
pero ha hecho una obra de arte
con sus horas libres.
Todavía hay milagros,
milagros demostrables,
que los hacen, los hacéis,
y los harán
los nuevos Voluntarios.