domingo, 26 de febrero de 2012

Los programas de estimulación física y cognitiva ayudan a mantener la autonomía

Según manifestó Almansa, el aumento de la esperanza de vida ha obligado a los profesionales sanitarios a buscar nuevas vías de intervención con la personas mayores.
En este sentido, aseguró que está demostrado que los programas de fisioterapia mejoran la marcha, disminuyendo las caídas y, por tanto, el riesgo de fractura de cadera, así como la capacidad para la realización de las actividades de la vida diaria. Además, según subrayó Almansa, los programas de psicoestimulación ayudan a retrasar la pérdida de memoria y mejorar los problemas del sueño.
Las personas mayores sufren un envejecimiento físico y cognitivo, que requiere de estimulación física y de las funciones cognitivas, ya que, dichas funciones experimentan, a lo largo de la vida, una serie de cambios, que se traducen en presencia de déficits y pérdida de memoria, e interfieren en la realización de las actividades de la vida diaria.
Por ello, dijo, las personas mayores necesitan programas de estimulación física y cognitiva que les permitan aumentar sus potenciales y frenar el avance de los déficits físico y cognitivo. De ahí, que los programas de estimulación cognitiva tengan como objetivos mantener las habilidades del lenguaje, atención, o memoria, siempre con la finalidad de preservar la autonomía de la persona.
En definitiva, concluyó, los programas de estimulación física ayudan a la persona mayor a mantener y mejorar la marcha, el equilibrio y la coordinación, así como mejorar su capacidad para la realización de las actividades de la vida diaria.

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